La temática no puede ser más oportuna. Eso es lo que pensé cuando recibí la invitación para participar en la VI Jornada de productividad industrial que el 27 de septiembre reunió en Pamplona a 100 profesionales de diferentes sectores y disciplinas bajo el lema “Innovación, Fabricaciones personalizadas y Talento: pilares clave de la industria del futuro”.

Y es que la apuesta de este año dentro del área de innovación de Iberdrola tenía mucho que ver con estos dos conceptos, la personalización y el talento.

A finales de agosto, Iberdrola, a través de su fondo de capital riesgo corporativo Perseo había participado en la ronda de inversión de 6 millones de dólares de la start-up estadounidense Innowatts. La plataforma de la start-up permite el análisis de los datos de más de 12 millones de consumidores proporcionando información que facilita a los proveedores energéticos y a los consumidores optimizar los costes y desarrollar productos y servicios personalizados.

En todos los sectores, la conjugación de la innovación y la personalización está facilitando la creación de valor. Y las nuevas tecnologías como la inteligencia artificial, el internet de las cosas y la robotización están capacitando a las organizaciones para desarrollar esa innovación personalizada que tiene impacto en el mercado.

Y es ahí donde entra en juego el segundo concepto, el talento. Competir en un mundo global implica competir por la captación del talento. Es importante contar en nuestros equipos con  los mejores expertos en estas nuevas tecnologías. Y no sólo desde dentro de la propia organización, sino también como colaboradores necesarios en un mundo conectado.

También durante este año, en Iberdrola hemos puesto en marcha un nuevo Programa con Universidades, que tiene entre sus principales objetivos la atracción de talento para la compañía. Compartir los retos del sector energético con jóvenes emprendedores ha resultado una fórmula efectiva para promocionar la compañía y conseguir incorporar en nuestros equipos de innovación a jóvenes de todo el mundo. Y el talento no sólo está en los jóvenes universitarios y en las start-ups, sino también en los empleados de la propia empresa, y en sus proveedores.

Cada organización diseña sus propios mecanismos para conseguir sacar adelante la innovación. Y cada vez resulta más decisiva la adaptabilidad de la organización para responder rápido y de forma efectiva a los desafíos que se presentan. Son muchas las fórmulas de innovación abierta, y cada organización tiene que encontrar la receta que mejor le aplique para desarrollar su estrategia y conseguir resultados, conociendo sus capacidades y su propia cultura.

En este sentido, la jornada organizada por Elara Ingenieros en colaboración con el IESE, permitió poner en común diferentes experiencias con el formato de tres mesas redondas abiertas a las preguntas de los asistentes. Muchas ganas de participar de nuevo el próximo año, y seguir compartiendo y aprendiendo.